Ley de Segunda Oportunidad
Debido a las circunstancias actuales, la Ley de Segunda Oportunidad se erige como uno de los mecanismos jurídicos que puede proteger a las personas (no a las empresas) que, ante la crisis que se avecina, ven en riesgo sus modelos de negocio debido a la falta de liquidez, hasta el punto de hacerlos insostenibles e inviables.
La Ley de Segunda Oportunidad es en esencia un mecanismo de protección para el deudor y se basa en el principio de buena fe, que impide que aquellos que, por negligencia o de forma intencionada, pudieran haber causado su insolvencia, la aprovechen.
La actual crisis de salud causada por el COVID-19 dejaría prácticamente a todos los afectados económicamente por la pandemia al posible y potencial amparo de la Ley de Segunda Oportunidad, y esto porque se trata de un evento de inimaginables magnitudes, desde todas las perspectivas, impredecible y, en cualquier caso, inevitable por los sujetos a modo de fuerza mayor.
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El procedimiento establecido en la ley en cuestión comienza con la liquidación extrajudicial de pagos, cuyo propósito es llegar a un acuerdo con los acreedores, a fin de, en ausencia de este acuerdo, judicializar el proceso y así tratar de obtener la exoneración de la responsabilidad insatisfecha.
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